México espera una "muy difícil" 7ma ronda de renegociación del TLCAN


En la siguiente reunión, que se celebrará en México, se buscará cerrar capítulos y se tocarán asuntos polémicos, como los de la industria automotriz, dijo el jefe mexicano de la negociación técnica.

El jefe de la negociación técnica para la modernización del TLCAN, Kenneth Smith, anticipó que la séptima ronda de renegociación, que se llevará a cabo en la Ciudad de México entre la última semana de febrero y la primera de marzo, va a ser “muy difícil”.
Esto, porque “vamos a tratar de cerrar varios de los capítulos de modernización” abordados y “a llegar ya a tocar hueso” en la discusión de los temas más complicados y controversiales, dijo.
Destacó el relativo a las reglas de origen de los componentes de los automóviles ensamblados en la región norteamericana, que Estados Unidos busca elevar de 62.5 a 85 por ciento y, aparejado a esto, que 50 por ciento de esa proporción corresponda a productos de ese país.
En conferencia magistral que impartió sobre la renegociación del TLCAN en el Campus Bonaterra de la Universidad Panamericana (UP,) Smith Ramos expresó que “sentimos que sí puede haber una solución en el sector automotriz” a raíz de que el equipo canadiense puso sobre la mesa en la ronda de Montreal “una serie de ideas” que, a su juicio, permitieron un diálogo más profundo sobre las propuestas estadounidenses, que México y Canadá consideran “inviables”.
Sugirió que dentro del equipo mexicano se han esbozado algunas contrapropuestas, derivadas de las pláticas que ha estado teniendo con las asociaciones de la Industria Automotriz y la Nacional de Autopartes para ver cuáles de los elementos planteados por los canadienses podían ser atractivos y los impactos que podrían tener en esos sectores, aunque advirtió que “no estamos en el punto de poner una propuesta sobre la mesa”.
“Entramos ya al terreno de la confidencialidad de la información y revelar qué estamos poniendo o qué vamos a poner sobre la mesa sería un despropósito porque estaríamos de alguna manera, como dicen en términos del futbol americano, telegrafiando el pase”.
Garantizó, sin embargo, que el trabajo que realiza el equipo mexicano persigue asegurar “que las decisiones que tomemos y lo que se plasme al final de la negociación” no lesionen los intereses de esa industria y en general de la planta productiva nacional, y que no se separará de su objetivo final, “que es obtener un mejor tratado desde el punto de vista del contenido técnico”.
Smith Ramos refrendó también que tratarán de cerrar los acuerdos antes de que concluya la administración de Peña Nieto, aunque no adelantó vísperas en cuanto a fechas. Estableció que están trabajando “bajo principios básicos y sin apresurarnos, independientemente del calendario electoral” y que si hay otra ronda entre marzo y abril “vamos a hacer un corte de caja a efecto de ver qué tan cerca estamos de cerrar o qué tan lejos y en ese sentido vamos a tomar las decisiones de qué sigue; si seguimos con reuniones mensuales para negociar y hasta cuándo lo seguiremos haciendo”.
Coincidió en que uno de los temas fundamentales de la renegociación va a ser lo que suceda en el sector automotriz y consideró que por la naturaleza de los puntos a tratar “se va a ir, sin duda, al final de la negociación”.
En el horizonte de la séptima ronda que se celebrará en México, Smith Ramos reiteró la disposición de México a dialogar respecto “a cuáles procesos productivos podemos generar en América del Norte o atraer, si ya se fueron a otras partes del mundo”.
“Sentimos que hay espacios donde podemos encontrar mecanismos” para eso, dijo, “pero generando incentivos”, y que esta debe ser la base para construir la plataforma del sector automotriz “y no simplemente poner o responder a un número en un papel u obligando a que se cumpla de manera ficticia con un número, que es 85 por ciento”, sin tener conocimiento e información sobre la capacidad de proveeduría a nivel regional y la realidad de cómo opera el mercado automotriz.
Aseguró que México va a seguir trabajando en este sentido y que ha sido muy consistente a lo largo de la negociación “en explicar de entrada que nosotros no vemos que haya un problema en el sector automotriz; que en lo que debemos enfocar las baterías es en cómo reducir costos y fortalecer la competitividad”.
Insistió en que las referidas propuestas de Estados Unidos no iban a ayudar a eso, sino más bien “a restringir la capacidad de competir de la industria norteamericana, es decir, de los tres países”.
Respecto a los salarios, Smith Ramos dijo que “no es tema” del TLCAN ni está sobre las mesas de discusión. “Se escuchan muchas voces en la materia del Congreso de Estados Unidos, de actores en México y de sindicatos de Estados Unidos y Canadá, pero desde el punto de vista de la negociación laboral ninguno de estos dos países ha hecho un planteamiento específico”.
“Y no lo han hecho porque ellos entienden que en una negociación de tipo trilateral un compromiso en cualquier tema tiene que tener un impacto trilateral, es decir, se tiene que aplicar en los tres países.
“Creemos que el tratado, como tal, no es un instrumento mediante el cual se pueden modificar los salarios en uno de los países. Hay muchos factores que no tienen que ver con el comercio y que, por lo tanto, no deben ser regulados a través de tratados”, concluyó.

Fuente de información: http://www.elfinanciero.com.mx/economia/mexico-espera-una-muy-dificil-7ma-ronda-de-renegociacion-del-tlcan

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